YA BASTA!!
Cuando hablamos de acoso escolar a veces se nos hace demasiado grande el problema. Cada caso es un mundo y se encuentra muy arraigado culturalmente, encajado en las dinámicas sociales que hay en el aula, en el centro y en la comunidad en general. Así mismo, la violencia machista pasa a menudo desapercibida porque tenemos imágenes muy estereotipadas de su forma, y nos olvidamos de la causa y de lo extendida que está la mentalidad y el sistema de valores patriarcal. Tanto es así que el acoso escolar suele tener un fuerte componente de género. Los insultos dedicados a chicas y a chicos son distintos, y tienen mucho que ver con la forma en la que cumplen o no los mandatos de género. Igualmente, es en el instituto donde algunas personas viven sus primeras experiencias de amor, un primer amor que tendrá una huella importante en el desarrollo psicoafectivo de la persona, es decir, lo que creemos que es el amor que merecemos y que debemos dar.
Este tipo de experiencias tienen una base cultural innegable, es por eso que se encuentra transmitidas a través de la música, las películas, los libros que leemos, los autores y científicos que estudiamos (y las que no), cómo se cuenta la historia… ¡Hay tanto por hacer! Desde AD Rurex continuamos con la línea de trabajo Mutatis Mutandi, cambiando lo que se debería cambiar, para ir abordando todos estos ámbitos y proporcionando herramientas que permitan amplificar las voces de cambio y resistencia que se encuentran en las aulas, dando protagonismo a la participación y al arte como herramientas de cambio. Aquí os dejamos algunas de las actividades ejecutadas. Podéis consultarlas en nuestra página web asociacionrurex.com
¡Gracias por leer!